lunes, 1 de junio de 2009

MIS PIERNAS SON DOS RUEDAS ¿ ME EMPUJAS?


Dentro de este mundo acelerado y lleno de sufrimiento, se encuentra una persona que le sonríe a la vida a pesar de su doloroso accidente, que lo dejo postrado en una silla de ruedas.

Este es Jesús Romero Montoya, un joven de 25 años que desde sus inicios se destacó por su flexibilidad y elasticidad en la convocatoria realizada por el entrenador Jairo Ruiz, para la liga de gimnasia de Cúcuta (Norte de Santander) a la edad de 5 años.

Cuando Jesús llevaba 6 meses entrenando, empezó a ver los resultados dentro del equipo y fue hay donde recibió su primera Medalla de Oro en Bogotá.

Donde este hecho hizo que Jesús Romero dedicará más tiempo a su carrera y empezará a participar en cada uno de los torneos, dejando de lado el estudio y dedicándose de lleno a la gimnasia, convirtiéndose en el primer Colombiano en ganar 7 Medallas: 5 de Oro, 1 de Plata y 1 de Cobre en Perú, pasando a ser el primer campeón Panamericano en Colombia, por sus habilidades en el país de México, Cancún.

Siendo este su último juego Internacional, pues a nivel Nacional siguió compitiendo con la liga de gimnastas de Antioquía; por problemas con la liga Nortesantandereana.
ganando más medallas para el departamento y teniendo un total de 92 medallas, 25 trofeos, 35 placas.

Pero ese 12 de abril de 2002, en el centro de alto rendimiento en Bogotá, se encontraba Jesús; después de haber sido seleccionado para hacer parte del equipo de gimnasta que iban a representar a Colombia en los juegos Olímpicos.

Exigiéndose un mayor rendimiento en cada uno de esos movimientos y al repetir uno de sus giros más usados en los juegos como lo es: un mortal y medio extendido con un giro y medio corporal y rollito cayendo de pie, pero esta vez no cayó de pie, si no de cara con el piso; sufriendo una dislocación en la médula espinal y una ruptura en la cervical 3, 4, y 5 de la columna, siendo trasladado a la clínica Simón Bolívar de Bogotá, donde fue llevado al quirófano a las 7:00 de la mañana culminando la exitosa cirugía a la 11:30 de la mañana, con el único inconveniente que su mente y cuerpo debía luchar por permanecer vivo. Para enfrentarse a lo que él esperaba, un tratamiento complicado; sin embargo sus esfuerzos logró sorprender a los médicos al mover sus hombros y señalarlos con los ojos mostrando un gran avance en cada uno de los pasos.

Revelándose contra la lógica científica, pues los médicos decían que Jesús quedaría postrado en una cama con un respirador artificial y no fue así, pues parte de su cuerpo aún funciona, habla bien y se encuentra en una silla de ruedas que son sus dos piernas las que le permiten bailar, moverse de aquí para allá y sobre todo de disfrutar lo bueno de la vida al lado de su familia y su novia que lo han convertido en un gran triunfador.

Pues hoy en día, Jesús Romero Montoya se encuentra culminando sus estudios de derecho en la Universidad Libre de Cúcuta, próximo a casarse con la que él llama “LA MUJER DE MI VIDA” la que lo ha motivado a seguir luchando por su total recuperación con un tratamiento experimental de células madres de sus hermanos Reinel, Susana y la de él por vía sanguínea encontrando ganancias internas, estimulando procesos de transformación dentro de sus cuerpo.

Destacándose con uno de los mejores ex pioneros de la gimnasia y por su frase más célebre que es “ resistir, insistir, persistir pero nunca desistir” mostrando que si se puede salir adelante a pesar de las adversidades del camino.

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