miércoles, 22 de abril de 2009

LAS DOS CARAS DE UNA MONEDA, ENVUELTA EN UNA PASIÓN DE COLORES



Pero en Cúcuta N de S, en el área metropolitana, se ubica miles de hinchas preparados para disfrutar, el partido Cúcuta Deportivo VS Real Cartagena.

Mostrando un ambiente que ya se empieza a notar, al llegar tanta multitud entusiasmada para apoyar al equipo y a un alcalde recién liberado de la cárcel.
Pero dentro de todas estas personas, hay un grupo de jóvenes que se hace notar con instrumentos y cánticos pegajosos que ánima al equipo y al pueblo motilón que los sigue de forma ordenada, pero a la vez tan alejadas.

En este conjunto de personas se destaca alguien en especial; un joven de piel morena y rizos atrapados en una pequeña liga, que le da un toque caribeño a su personalidad. pues a sus 23 años, Yorman Mosquera es el miembro más fiel del equipo, el que nunca falta a ningún partido y el que organiza su barra denominada la “Banda del Indio”, después de haberse separado de la barra “La Trinchera”, por conflictos internos de liderazgo, hallando en su barra un amor indiscutible por los colores del Cúcuta Deportivo, llevándolo a diferentes emociones que ni el mismo sabe describir.

“Ya que el equipo se merece lo mejor, y necesita de toda una hinchada que lo apoye y lo siga fuera y dentro del país; haciendo viajes en mulas, pidiendo chance a los carros para llegar a la ciudad, sin importar el hambre, el frío o si tenemos o no plata en los bolsillos, corriendo el riesgo de quedar muertos en carretera o muchas veces en alguna pelea de colores” afirma Yorman Mosquera líder de la Barra del Indio.

Pues las barras bravas, es un término que se ha empleado a través de los años en América Latina, para designar a aquellos grupos organizados dentro de la hinchada, que se caracteriza por sus cánticos, por ubicarse en las tribunas populares, aquellas que frecuentemente carecen de asientos y donde los espectadores deben ver el partido de pie, utilizando banderas (denominadas trapos o lienzos) y diferentes instrumentos musicales para animar al equipo dentro del partido.
Los chicos se encuentra ansiosos por entrar y el padre Maldonado preocupado, advirtiéndoles que no se vallan a pelear nuevamente.

Pues está vez la barra no puede introducir los elementos musicales, ni trapos (banderas), por haberse enfrentado con los hinchas del Atlético Bucaramanga, después del partido del miércoles con el Cúcuta Deportivo.

“Está labor ya lleva cuatro años con una solidez impresionante, con estos jóvenes pertenecientes a las barras bravas, se han relacionado con el alcohol y las drogas, aunque no siempre es así, ya que si miran la sociedad actual, en realidad encontrar que la juventud en general se relacionan con estas dos variables, buscando una ayuda para mejorar su calidad de vida, encuentrando en el fútbol, la mejor manera de superarse.
Por este motivo se llevo a cabo el programa Goles de Paz en cada ciudad con los respectivos líderes de las barras.
Pero más que barras son un conjunto de jóvenes apasionados que quieren demostrar amor, aunque a veces no lo demuestren como tal y generen violencia” asegura el Padre Pablo Maldonado, directivo del programa Goles en Paz.

En los inicios del siglo XXI las barras bravas colombianas han presentado importantes progresos en su organización, lo que les ha valido una mayor representación al interior de los clubes de fútbol, de los cuales consiguen entradas para los compromisos y patrocinios para viajes a nivel local e internacional. Sin embargo, a causa de este creciente poder, en algunos grupos se han presentado divisiones y disputas internas, las cuales han ocasionado enfrentamientos violentos entre hinchas de un mismo equipo.

Donde nos transporta a un contexto en especial la barra de la “Banda del indio”, pues mientras la policía se preocupaba por los hinchas cucuteños.
La “ Banda del indio”pasa por una exhaustiva y rigurosa requisas para ingresar al estadio, tocándole hasta el alma, para que no ingrese ningún tipo de material hiriente para las demás personas, pero después de estas requisas no sabemos como resutan con navajas y droga en sus bolsillos. Afirmo el oficial blanco

pero para Ángel un integrante de la barra, la pasión por el fútbol viene desde casa pues su padres le enseñaron a vivir en la monotonía de un balón y en la vida del equipo, llevando a integrarse desde hace cuatro años en la “Banda del Indio”como una madera de apoyar a su equipo preferido en las barras.

Pues cada uno de los integrantes se viven otra manera de vivir el fútbol, aunque se han catalogados como drogadictos e indigentes de las calles que busca violencia, para Yorman es su vida, su religión y su vicio en donde es capaz de morir por su equipo, sin importa a sus seres queridos.

“las barras no son lo que se piensa y que mejor que se detenga a mirar la otra cara de la moneda, es verdad que peleamos por los trapos pero cuando no lo quitan es como si ofendieran a mi mamá, y eso da mucha rabia y toca defenderse, ya que uno no es mocho”. dijo Yorman Lider de la Banda del Indio.

Para miles de espectadores las barras bravas son lo peor, pero el amor que siente Yorman Mosquera y los integrantes de la “Banda del Indio” por el equipo del Cúcuta Deportivo, son las emociones que se envuelve en la pasión de los colores.
Mostrando la furia motilona como es debido y no como un conjunto de personas aislante que busca pelearse en cada juego.
llegando a que algún día sean entendidos y se unan a ellos.

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